La salud humana corre peligro por el tráfico ilegal de especies, advierte la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
La extracción de animales silvestres de su hábitat natural, su masacre y venta ilícita aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas, que son las que se propagan de la fauna a los seres humanos.
El 75 por ciento de las enfermedades emergentes infecciosas son zoonóticas, como el Covid-19, causado por el virus SARS-CoV-2, apunta el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los productos derivados del tráfico de especies escapan a cualquier medida de higiene y control sanitario, por lo que representan un mayor riesgo de infección, señala el documento "World Wildlife Crime Report 2020".
Casi 6 mil especies de flora y fauna han sido decomisadas en todo el mundo de 1999 a 2019, según una base de datos de la UNODC.
Las especies que más se decomisaron en los últimos años fueron los árboles conocidos como palo de rosa o granadillo, los elefantes, los pangolines y los rinocerontes.
La institución identificó a traficantes de 150 nacionalidades, lo que revela el carácter global de este crimen ambiental que debe ser detenido para ayudar a prevenir futuras enfermedades.