A los 63 años de edad, este fin de semana murió la elefante “Sambo”, que durante décadas fue considerada como todo un símbolo de Camboya, sobretodo en la capital Nom Pen.
Mediante una publicación en su página de Facebook, la organización Elephant Valley Project confirmó la triste noticia, al mismo tiempo de revelar que el animal falleció tras enfrentar una larga infección dental, la cual se extendió hasta deteriorar su salud en el último mes.
La historia de “Sambo”
Desde que a principios de la década de 1980 su dueño se instaló con ella en Nom Pen, poco a poco la elefante fue vista como un símbolo local y nacional, donde su figura en los alrededores del templo Wat Phnom llegó a formar parte del paisaje urbano.
A lo largo de su extensa vida, este paquidermo de aproximadamente 3.2 toneladas presenció y sufrió algunos de los más grandes hitos de aquel país asiático en los últimos 50 años, destacando la Guerra Fría y el régimen de los Jemeres Rojos (1975-1979), que causó la muerte de, al menos, 1.5 millones de habitantes.
De hecho, en el transcurso de este último acontecimiento, el dueño de “Sambo”, Sin Sorn, tuvo que entregarla junto con otros cinco elefantes a las autoridades, cuyos pésimos cuidados causaron su lamentable deceso, a excepción, claro, de la protagonista de esta historia.
Una vez finalizada la guerra, a dicho propietario le llegó la noticia de que su querido animal había sobrevivido y terminó por encontrarlo, bastante débil, en las montañas.
Años después, en 2014, “Sambo” y Sin Sorn se separaron para que Elephant Valley Project la trasladara hacia su santuario que gestionan en la selva de la provincia de Mondolkiri, ubicado al noreste de Camboya.