Al momento de almacenar tus alimentos, puedes mantenerlos frescos durante un mayor tiempo; esto te permitirá reducir el desperdicio de comida y ahorrar una buena cantidad de dinero.
Sin embargo, la conservación de los alimentos se puede dificultar si no conocemos las condiciones necesarias para cada uno de ellos. Además, resulta de suma importancia saber para qué sirve cada espacio dentro de nuestro refrigerador.
A continuación te contamos cuáles son los errores más comunes que se cometen al momento de almacenar los alimentos dentro de este electrodoméstico.
Guardar vegetales de hojas verdes en bolsas cerradas
Colocar alimentos, como la lechuga o espinacas, en bolsas de plástico cerradas provocará que se esta se humedezca y se torne viscosa, ya que el plástico impide que el aire circule alrededor de las hojas. Por otro lado, esta situación favorecerá el crecimiento de moho y bacterias en ellas.
Usar los estantes equivocados
Elegir correctamente los estantes para cada alimento reducirá en gran medida el riesgo de la llamada "contaminación cruzada”. La manera correcta de organizar tu refrigerador es colocando los alimentos que requieran poca o ninguna cocción en la parte superior. La carne cruda deberá mantenerse en la parte inferior para que su jugo no gotee sobre los demás productos. Aún así, no olvides cubrir tus alimentos al guardarlos.
Almacenar juntas las cebollas y las papas
En caso de que no lo sepas, las cebollas suelen emitir gases que aceleran la maduración de las papas, lo que provoca que estas se germinen o se echen a perder. Por ello, asegúrate de guardar las cebollas en un espacio ventilado, y las papas en uno fresco, oscuro y seco.
Refrigerar todos los alimentos
Uno de los errores más habituales es pensar que todos los alimentos necesitan refrigeración. La realidad es que el aire frío puede afectar el sabor y la textura de ciertos productos como los jitomates, ajo, melón, sandía, plátanos y cítricos.