Cuesta mucho trabajo resumir casi 40 años de trayectoria en una especialidad entre las especialidades: el estilismo de alimentos. La más reconocida estilista de México, fundadora del Studio Becky Treves, falleció esta semana.
El estilismo de alimentos combina arte, ciencia y cocina para crear alimentos atractivos con el fin de capturar sus imágenes.
La trayectoria de Becky inició por el camino de la decoración, lo complementó con especializaciones en gastronomía oriental y cursos de profesionalización con expertos norteamericanos.
A lo largo de los años adquirió un conocimiento técnico único en la industria que puso en práctica con una lista interminable de clientes en México y el resto del mundo.
Sabía todos los trucos; bebidas, helados, salpicadas, gotas de miel en el lugar preciso, hilos de queso fundido sin fin los más grandes retos para los estilistas eran resueltos por ella y su equipo con una contagiosa sonrisa en sesiones fotográficas donde se borraba la línea entre trabajo y diversión.
Tenía en su maleta de trabajo todo tipo de herramientas, pinceles y pinzas de cirujano. En sus bodegas está la colección más grande de platos y otros complementos adquiridos en múltiples viajes, siempre buscando lo mejor para crear los mundos en los que quisiéramos estar.
Bajo sus expertas manos, la comida preparada para la lente, ya fuera en fotos fijas o videos, tomaba una vida especial, la hacía irresistiblemente deliciosa.
Aseguraba que ser buen cocinero no era suficiente para ser estilista. Es cierto, los chefs tienen segundos para enamorar con sus presentaciones mientras que un estilista debe ir más allá, enviar un mensaje elocuente que resalte algún ingrediente o producto en especial, crear atmósferas y aguantar apetitoso todo el tiempo que el fotógrafo necesite para encontrar la luz y ángulo perfectos.
Volcaba su entusiasmo desenfrenado en cuanto proyecto emprendió. Creó imágenes que emocionaban para las mejores publicaciones y televisión. En el ámbito comercial, hizo material para las principales empresas de alimentos, restaurantes y almacenes, desde empaques hasta recetarios y videos. Al lanzarse la sección Buena Mesa, creó el estilo de las portadas y numerosos artículos.
La verdadera trascendencia de Becky, más allá de todas las imágenes que deja por el mundo, está en todo su equipo de trabajo, encabezado por su hijo Ricardo y varios especialistas que continuarán con su conocimiento único y de siempre indiscutible perfección.
Tuvo una manera de vivir a grandes mordidas, de hacer lo cotidiano mejor gracias a su perspectiva. Todos podemos aprender mucho de ese arte.
*Cocinera dedicada al entrenamiento de profesionales, a la consultoría de tendencias y al desarrollo de recetas; editora gastronómica, viajera y comensal ávida por descubrir mesas, técnicas y sabores.