El café, o bebida de los dioses, como es conocida en algunos países o regiones, es una de las bebidas más consumidas en el mundo y una excusa perfecta para reunirse con los amigos. Sin embargo, su consumo podría no ser tan benéfico como se cree.
Desde la mitología griega, en donde se afirmaba que esta bebida "tenía el poder de robar la pena y la ira, desterrando así todos los recuerdos dolorosos", hasta los más recientes estudios científicos, se tiene la creencia de que el café posee varias propiedades que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer o el Parkinson.
Debido a su alto consumo en todo el mundo, los científicos se han interesado en conocer sus efectos sobre el cuerpo humano. La mayoría de las investigaciones han concluido que los resultados de beber una taza de café al día son positivos por diversas razones. No obstante, un nuevo estudio asegura que las personas deben beberlo por placer y no por prevención de enfermedades.
"El impacto del consumo de café en la salud es importante porque hay pocos factores dietéticos en todo el mundo a los que muchas personas están expuestos con tanta frecuencia", señaló Rob van Dam, profesor de la Universidad Nacional de Singapur y autor principal de la investigación.
El café con cafeína no parece aumentar el riesgo de padecer enfermedades, en cambio, sí está relacionado con menores probabilidades de sufrirlas, de acuerdo con los resultados del estudio; una buena noticia para los amantes de esta bebida. Incluso, afirman que dosis moderadas de cafeína son generalmente seguras para la mayoría de las personas.
Sin embargo, advierten que una cantidad excesiva de cafeína conduce a efectos secundarios desagradables que pueden variar de persona a persona, por lo que cada consumidor debería observar si le produce agitación o ansiedad. Los cuidados deben extremarse si se trata de mujeres embarazadas.
Tras una revisión de estudios realizados anteriormente, los científicos llegaron a la conclusión de que no se debe consumir como un suplemento nutricional por sus beneficios, relacionados con menores riesgos de desarrollar enfermedades cardíacas, así como ciertos tipos de cáncer, enfermedad de Parkinson, enfermedad hepática y cálculos biliares. Por el contrario, se debe hacer siempre con moderación. Además, se ha señalado que la calidad del café o de sus métodos de preparación son los que inciden directamente en que esta bebida perjudique o ayude al organismo, pues de no ser filtrado podría conducir a un aumento del colesterol en la sangre.
Lauri Wright, presidenta de nutrición y dietética en la Universidad del Norte de Florida y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, señaló que "lo que pones en el café es lo que realmente importa, más que si está filtrado o no"; es decir, evitar que la taza de café contenga azúcar y crema, ya que "algunas de estas bebidas de café que la gente compra son más como batidos de leche".
A pesar de la magia que despide su aroma, el café no es diferente de la mayoría de las cosas de este mundo; siempre se debe consumir con moderación.