Tres Pm

Se llama entomofagia al consumo de insectos por parte de los seres humanos, y es practicada de manera recurrente en muchos países de Asia, África y América Latina.

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), comer insectos no resulta nada nuevo; de hecho, esta curiosa dieta complementa la alimentación de aproximadamente dos millones de personas en el mundo.

Lo interesante es que, para el año 2050, se prevé que dicha cifra aumente a nueve millones, debido a la escasez de tierras agrícolas, agua, bosques, recursos pesqueros y biodiversidad, así como de nutrientes y recursos no renovables.

Y es que, visto desde el sector nutricional, comer insectos no suena del todo disparatado debido a sus saludables razones. A continuación te compartimos algunas de ellas.

Fuente de nutrientes. Los insectos comestibles contienen proteínas, vitaminas, aminoácidos, minerales y ácidos grasos no saturados de alta calidad para los humanos.

Son ecológicos. Pueden cultivarse con desechos orgánicos; por lo tanto, son una fuente potencial para la producción convencional de proteínas. Por ejemplo, los grillos necesitan seis veces menos alimento que el ganado, cuatro veces menos que las ovejas y dos veces menos que los cerdos.

Fácil digestión. Muchas especies cuentan con menos de 5 gramos de grasa por ración, por lo que resultan ideales para evitar la obesidad.

Variedad infinita. Son muchos los insectos comestibles alrededor del mundo y su proceso de reproducción es rápido y en grandes cantidades.

Usos gastronómicos. Los insectos pueden consumirse cocidos, a la plancha, al horno o fritos. Sus sabores son tan versátiles que pueden usarse para platillos salados y deliciosos postres.

Y tú, ¿te atreverías a incluir los insectos como parte de tu dieta diaria?