Cocinar sano es posible y más fácil de lo que piensas. Sólo es cuestión de poner en práctica estos sencillos hábitos saludables.
1. Usa la mantequilla y margarina con moderación
Cuando uses estos ingredientes debes hacerlo con moderación, pues al tratarse de una grasa, nos aporta gran cantidad de calorías. Sin embargo, esto dependerá de las cantidades que agregues a tus preparaciones. Intenta servir porciones pequeñas y complementarlas con colaciones sanas entre comidas, como frutas, cereales y frutos secos.
2. Utiliza sólo carnes magras
Elige siempre cortes de carne magros, ya que es una manera de reducir la ingesta de grasa. También es importante cuidar los métodos de cocción que usas para cocinar las carnes. Prioriza aquellos en los que no sea necesario agregar grandes cantidades de aceites.
3. Di sí a las especias
Válete de alimentos naturales para complementar el sabor de tus comidas: vinagre, orégano, hierbas de olor, pimienta, limón, romero, alcaparras, aceitunas, etcétera.
4. Planificación
Prepara tus comidas con un día de anticipación y refrigéralas, de esta forma te resultará mucho más fácil llevarlas a la oficina o universidad; además, estarás completamente seguro de qué es lo que estás comiendo.
5. Sin piel
Antes de cocinar pollo, debes quitarle la piel, pues es la parte que más grasa contiene. Es un detalle más para cuidar tu corazón.
6. Descremar
Prefiere los lácteos descremados o semidescremados, pues facilitan controlar el consumo de grasas. También es importante moderar el uso de crema de leche, crema agria y queso crema.
7. Di no al empanizado
Prueba asar tus alimentos. No sólo es más sano que consumir empanizados y enharinados, sino que tienes más opciones para obtener de ellos un mejor sabor.
8. Pon color a tus comidas
Aumenta el consumo de ensaladas con variedad de verduras. Cuantas más combinaciones diferentes, más nutrientes estarás incorporando a tu organismo.
9. Poco en poco tiempo
Intenta servir porciones pequeñas y complementarlas con colaciones sanas entre comidas, como frutas, cereales y frutos secos.
10. Chequea el certificado
A la hora de ir al mercado, prioriza la compra de frutas y verduras orgánicas. No contienen agroquímicos y son amigables con el medio ambiente. Verifica su procedencia revisando siempre el sello que valide su origen orgánico.