La Presidencia Municipal de Luvianos, pese a ser considerado un edificio histórico sufrió daños con una remodelación.
Desde el mes de noviembre de este año, se iniciaron los trabajos de remodelación colocando plafones, tablaroca que le resto al recinto valor histórico, pues cantera, pasadizos, sótanos, fueron dañados.
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De acuerdo con habitantes de la zona, la Presidencia Municipal de Luvianos, desde hace años fue conocida como la Casa Grande, sin embargo, el nombre fue cambiado cuando fue elevado de delegación a municipio, a principios de este siglo y posteriormente fue la Casa de Cultura.
Cabe señalar que existen documentos que establecen que los basamentos datan del siglo XVII, los cuales han sufrido modificaciones por la colocación de cajeros automáticos.
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Pese a solicitar la intervención del INAH, hasta el momento no ha habido pronunciamiento, respecto a la conservación y restauración de los monumentos arqueológicos, históricos y artísticos del municipio.
Los habitantes refieren que el artículo 3 de la Ley General de la Cultura y Derechos Culturales: “se reconoce el patrimonio cultural como un derecho humano: como una clave de nuestro desarrollo personal y colectivo, por lo que todo gobierno, por pequeño que sea su demarcación tiene la obligación de crear un inventario de las expresiones y manifestaciones propias del patrimonio cultural inmaterial declarado y deberá asegurar su fomento, salvaguarda y difusión”.
Esta obligación, lamentablemente no es tema para los gobiernos municipales, mucho menos los que están apartados de la capital, como sucede en el sur del estado, donde la presencia de líderes insurgentes hace dos siglos o revolucionarios en el siglo pasado, permitirían tener un acervo bien identificado y resguardado.
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Los lugareños piden sanción o frenar este tipo de modificaciones innecesarias que han dañado el patrimonio cultural de ese municipio sureño.