Las condiciones climatológicas se ha convertido en un factor de peso para los precios de distintos productos, entre ellos los conocidos como "frutos del mar". Ante esta perspectiva marisqueros reconocieron que durante la cuaresma sus productos tendrán un incremento de hasta el 10%.
Pese a ello esperan que con la segunda edición del “Bendito Pez”, en San Luis Mextepec, comunidad de Zinacantepec, las ventas repunten para el sector.
Mojarra, filete de pescado, camarones en cualquier estilo, pulpo en su tinta, a la diabla, a la talla, son algunos de los platillos que se venderán por cientos esta temporada.
“Este año sí aumentaron los precios, entre un 5 y un 10 por ciento, por las condiciones climáticas, los productores nos han dicho que ha estado muy turbulento, pero aquí estamos ofreciendo calidad y esperamos que de verdad los clientes lleguen“, comentó Julio César Pérez, presidente de la Unión de Marisqueros (Unimar).
En la avenida principal de San Luis Mextepec hay 32 marisquerías que esperan deleitar a los visitantes, en especial, durante los siguientes 40 días que se celebra la segunda edición del “Bendito Pez”.
Por ello, esperan un aumento en las ventas de hasta el 15 por ciento, pues, aunque las variedades más solicitadas como la mojarra y el camarón pueden cotizarse hasta en 100 pesos, otros menos solicitados como la tilapia se pueden encontrar desde 35 pesos.
Para evitar consumo de “frutos del mar” en malas condiciones, éste año la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem), tiene programadas más de 260 visitas de verificación en tianguis, mercados, restaurantes y marisquerías, además de capacitar a dueños y trabajadores de estos negocios.
Entre los signos de alerta de un pesado en mal estado resaltan el olor desagradable, piel flácida, desprendimiento fácil de escamas, color verdoso y que estén expuestos a temperatura ambiente.
Durante las verificaciones, además, tomarán muestras de pescados y mariscos, así como de hielo y agua para el lavado de estos, recomendarán el uso de vestimenta, utensilios y temperaturas adecuadas para mantener frescos los comestibles y las formas de preparación correctas para evitar contaminación cruzada.