"El pueblo hoy llora la pérdida no del alcalde, si no del amigo, del doctor, del vecino del buen ciudadano", es el sentir de cientos de personas que hoy se reunieron en la presidencia municipal de Ocuilan, para despedir a Félix Alberto Linares González, quien murió el pasado cuatro de enero al desplomarse la aeronave donde viajaba en el estado de Morelos.
"Se siente feo hay un hueco en el corazón, era "ley" don Félix, nadie lo veía como el presidente municipal, sino como el amigo que era y seguirá siendo", señala Laura habitante de dicho municipio.
Rodeado de coronas, flores y pétalos sobre su ataúd, los restos del alcalde fueron trasladados de su domicilio a dónde era su oficina al interior de palacio municipal, ahí integrantes del cabildo dirigieron algunas palabras de condolencias a su familia.
"Todos sentimos su partida pues la estela que ha dejado en cada uno de nosotros vivirá por siempre, Felix Alberto Linares González, fue hijo, padre, hermano, amigo, político y abuelo los lazos con el van más allá de la muerte y porque como amigos queremos estar con él y recordar siempre a ese gran ser humano"
La Plaza del pueblo, se convirtió en la sala funeraria más grande que se haya visto en años; en un silencio profundo se escuchaba el llanto de mujeres y personas de la tercera edad quienes convivieron con Linares González por mucho tiempo.
"Sólo nos queda agradecerle todo el apoyo, estás lágrimas son sinceras, duele el corazón ya no lo vamos a ver, ya no habrá quien extienda la mano a los necesitados porque el si nos ayudaba".
Por varios minutos los aplausos se unieron en honor al hombre que defendió por años el bosque de Ocuilan, labor que le significó en dos ocasiones atentados en contra de su vida.
"Creo sin equivocarme que nunca tendremos a un presidente que ame, quiera y reparte a esta gran tierra siempre lo escuchamos con mucha pasión de Ocuilan vivió estos bosques como nadie"
El pueblo de Ocuilan despidió a "su alcalde", con una foto al frente y su ataúd detrás recorrieron las principales calles, todos coincidieron que algún día se encontrarán.
