Mientras millones de niños recibían con toda la ilusión sus regalos de Reyes en la comodidad de sus hogares rodeados de sus familias, e incluso algunos salieron a los parques a disfrutar de sus nuevos juguetes, hubo otros miles que no pudieron saborear la infancia ni la magia porque están hospitalizados.
Es por ello que, con el apoyo de voluntarios y, en especial, Los Payasónicos al Rescate, se dieron a la tarea de esparcir la magia de los Magos de Oriente por los pasillos del Hospital para El Niño, no solo con regalos, sino también con juegos y risas para que el dolor los pacientitos se fuera al menos unos minutos.
“Hacemos risoterapia y yoga de la risa, con eso hacemos reír a la gente que más lo necesita nos encanta trabajar con emociones y sentimientos, hacerlos siempre sonreír es la temática con la que trabajamos. Vinimos a ayudarle a Los Reyes Magos, vienen con nosotros porque todos los años nos buscan para que les ayudemos a llegar a los hospitales”, comentó Luis Daniel, miembro de los Payasónicos al Rescate.
Bajo el lema que la sonrisa limpia el alma limpia, ayudaron a los papás a olvidar tantas horas de espera y a los pequeños a seguir teniendo motivos para recuperar su salud.
Los pequeños con una gran alegría recibieron los presentes, sin embargo fueron los activistas los que se llevaron la mejor parte: la satisfacción de haber puesto un granito de arena y la lección de cómo enfrentar los problemas cuando las esperanzas son pocas.
Hubo lágrimas, pero de las que brotan llenas de amor y agradecimiento, chistes y juegos, así, aunque no pudieron salir a disfrutar en los parques, los pacientes de este hospital supieron que los Reyes no se olvidaron de ellos.