Hasta el año pasado la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios, clausuró ocho funerarias por incumplimiento con los permisos para su operación, informó Santiago Ramos, titular de dicha área.
“En las funerarias siempre hay una verificación constante porque el manejo de cadáveres siempre es muy delicado, entonces hay que ver que cuenten con toda la documentación que soporte su legal funcionamiento y hay que ver las condiciones de como funcionan también”,
informo Santiago Ramos, Comisionado para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Además detalló, que son las funerarias de los municipios del valle de México las que en su mayoría incurren en faltas como abrir un negocio de este tipo en domicilios particulares, tal es el caso de Tecámac, donde operaban de manera clandestina y embalsamaban cuerpos de personas fallecidas por COVID-19.
“Fue en Tecámac que había una funeraria en una casa que funcionaba como tal y tenían dos cadáveres en la sala, entonces imagínense pues hubo que clausuradas”.
Dentro de la casa de interés social, se encontraron dos cadáveres envueltos en sábanas, y media docena de ataúdes.
“No pueden abrir de la noche a la mañana porque deben tener su permiso de funcionamiento ese es un documento que otorga la COPRISEM”.