Las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol, pueden ocasionar que los niños sufran deshidratación, agotamiento, calambres e insolación, así lo señaló Fernando Villareal Amate, Coordinador de Información y Análisis Estratégico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El médico puntualizó que una forma de proteger a los menores de edad es hidratarlos, no exponerlos por tiempos prolongados a altas temperaturas, por lo que en caso de algún síntoma de gripe, dolor de cabeza, deshidratación, deben ser llevados a consulta para ser tratados medicamente.
“Con el incremento de las temperatura va a haber obviamente las enfermedades o las patologías relacionadas directamente con el calor es decir situaciones aquellas cómo el famoso golpe de calor”, precisó Villareal Amate.
Los niños menores de 4 años y sobre todo los menores de 1 año, son los más vulnerables, ya que su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos porque tienen menor reserva de agua y sudoración y un aparato respiratorio inmaduro.