Los zorros rojos que habitan los alrededores de ciudades británicas como Londres y Edimburgo están más cerca de convertirse en animales domésticos, ya que desarrollan cambios fisiológicos para adaptarse mejor al entorno urbano.
Así lo ha señalado un estudio de la Universidad de Glasgow (Escocia) publicado hoy, miércoles. en donde se precisa que, aunque los zorros no han iniciado todavía el camino hacia la domesticación, sí han adaptado sus características físicas del mismo modo en que lo hicieron los perros y los gatos domésticos.
Según la investigación, publicada en la revista Proceedings B de The Royal Society, el zorro rojo que vive en zonas urbanas posee un cerebro más pequeño y ha cambiado la forma de su hocico para poder alimentarse mejor.
El doctor Kevin Parsons, del Instituto de Biodiversidad, Salud Animal y Medicina Comparativa de la Universidad de Glasgow y director del estudio, señaló que los cambios físicos se deben a que los zorros urbanos no necesitan la agilidad mental que precisan sus congéneres del campo para atrapar una gran variedad de presas vivas.
Por ello, un hocico más corto con una mordida más fuerte, les es más útil para alcanzar y devorar las sobras de comida y la basura que hallan en ciudades como la capital británica, donde es muy común verlos por las calles a partir del anochecer.
El hecho de vivir junto a los humanos ha provocado, además, que se muestren poco atemorizados ante su presencia.