El gobierno de Escocia se encuentra desesperado por los ciervos rojos que están destrozando sus bosques. Por tal motivo, planean recurrir a una medida extrema: reintroducir más de 100 lobos, su depredador natural.
Tal como arrojó un estudio realizado por la Universidad de Leeds, se espera que esta iniciativa en las Highlands de Escocia pueda contribuir paralelamente a dos beneficios: la expansión de los bosques nativos y el almacenamiento de dióxido de carbono (CO2). Derivado de lo anterior, también podría beneficiar de manera significativa los objetivos climáticos nacionales.
Según los autores, la presencia de un solo lobo en un ecosistema controlaría un 4% de los más de 400 mil ejemplares de ciervos rojos que habitan los bosques autóctonos. De igual manera, ayudaría a capturar hasta 6 mil 80 toneladas de CO2. Esto significa que, gracias a su impacto positivo en el medio ambiente, cada carnívoro podría tener un valor estimado de unas 154 mil libras esterlinas, si se traduce ese beneficio en términos económicos basados en el valor del carbono.
Pese a los beneficios mencionados, Dominick Spracklen, líder de la investigación, pidió a las autoridades analizar detalladamente el plan antes de su ejecución.
“Es necesario el compromiso sustancial de las partes interesadas y también de los ciudadanos antes de considerar una posible reinserción del lobo. De seguir adelante, sólo espero que no resulte contraproducente dicha estrategia”, declaró.