Su nombre científico es Potos flavus y es una especie de mamíferos carnívoros, cuyo hábitat se extiende desde las selvas al sur de México, hasta Brasil. Pertenece a la familia de los prociónidos, que son parientes de los mapaches y cacomixtles. Aunque también se le conoce como mico de noche, no tiene relación con los primates. Entre sus características más notables, se encuentra su lengua alargada, cola prensil y habitar casi exclusivamente en los árboles.
A diferencia de los mapaches, el kinkajú posee una cola larga que le sirve como herramienta para trepar, de ahí que suelan ser confundidos con primates.
El kinkajú mide entre 42 y 52 centímetros y llega a pesar entre dos y cinco kilogramos. Su cola es casi del mismo tamaño que su cuerpo, poseyendo una fuerte musculatura que le permite sostener el resto de su cuerpo en las ramas. Su cuerpo es esbelto, pero musculoso, mientras que su cabeza es redonda con rostro corto, ojos grandes y brillantes. Sus patas son cortas, pero posee una gran habilidad para sujetarse y moverse rápidamente. El pelaje del Kinkanjú es denso, suave, corto y de colores que van del gris al dorado, generalmente más oscuro en la parte superior, y tonos más amarillentos en el pecho.
Este pequeño mamífero habita principalmente en las selvas de México, Centroamérica y Brasil. Debido a sus hábitos nocturnos, acostumbra mantenerse en cercanía con los primates, con quienes comparte las copas de los árboles. Es un animal solitario, que se alimenta de insectos, flores, nueces, frutas, huevos y, especialmente, de miel, todo lo cual succionan con su larga lengua.
También se le conoce con los siguientes nombres: osito de miel, mico león, perro de monte, mico de noche y mono nocturno.