La presencia de nidos de águilas calvas en los cactus de saguaro del desierto de Sonora, Arizona (E.U.), fue mencionada en registros de 1937, pero nunca existió confirmación fotográfica del hecho. Y aunque luego se refrendó su existencia en algunas plantas de ese tipo en México, en territorio estadounidense los especialistas buscaron durante décadas sin poder volverlas a observar.
Ahora, finalmente, un equipo del Departamento de Caza y Pesca de Arizona (AZGFD, por su sigla en inglés) logró hallar esa ave y testimoniar el aumento de su número de ejemplares: “Ha sido para mí una caminata de 18 años, atento a un nido de águila calva en un saguaro; así que encontrar finalmente un ejemplar es increíble”, afirmó el biólogo estatal Kenneth Jacobson.
How Arizona is this! Our eagle survey team captured this image of a bald eagle family nesting in the arms of a saguaro - a rare sight! In fact, it's the first time an image of eagles nesting in a saguaro has been captured in Arizona. pic.twitter.com/OmXRGi9mVE
— Arizona Game & Fish (@azgfd) April 16, 2020
Junto con su equipo, Jacobson sobrevoló la zona en helicóptero para observar desde arriba uno de esos nidos y comprobar que, además de dos ejemplares adultos, había crías en el nido, lo que fue interpretado como una muestra de la buena salud de la pareja y del crecimiento de la especie.
Los nidos de estas aves suelen ser de grandes dimensiones, llegando a medir de 1,8 a 3 metros de diámetro. Su cavidad, en la que son depositados los huevos, alcanza entre 30 y 40 centímetros de diámetro, con 10 centímetros de profundidad. Por eso deben buscar estructuras grandes para armarlos, y los cactus saguaro son los de mayor tamaño en E.U.