Hasta ahora se ignora cuánto tiempo pueden vivir los tiburones ballena, y conocer la longevidad exacta de una especie es esencial para los programas de protección y preservación de las especies en peligro de extinción, como en el caso de este animal.
Ahora, su edad ha podido ser determinada gracias al carbono radiactivo que los humanos inyectamos en el ciclo global del carbono como resultado de las pruebas de armas atómicas realizadas por diversos países durante la Guerra Fría. Se trata de la conocida como datación por radiocarbono, aplicada en este caso a los huesos del tiburón.
La detonación de las bombas provocó el aumento del isótopo radiactivo de carbono, llamado carbono-14, en la atmósfera. Este carbono se introdujo inevitablemente en la cadena alimentaria, por eso todavía hoy podemos encontrarlo en los tejidos animales y sirve para medir el tiempo a través de sus organismos.
Esto reveló un importante detalle: se confirmó que la banda de crecimiento situada más al interior de los tiburones taiwaneses se había formado en 1972, mientras que la del tiburón ballena varado en Pakistán dio una edad aproximada de 50 años, el tiburón ballena más antiguo jamás encontrado. No obstante, los científicos alertan de que los resultados podrían no ser exactos por falta de muestras.