El reciente hallazgo de dos fósiles de Krusatodon kirktlingtonensis, especie de musaraña que vivió hace 166 millones de años, acaba de revelar datos sobre la historia de vida de los primeros mamíferos que habitaron nuestro planeta.
En un artículo para la revista Nature, la doctora Elsa Panciroli, investigadora de Paleobiología en los Museos Nacionales de Escocia, afirmó que estos animales, que vivían entre dinosaurios, crecieron más lentamente y vivieron más tiempo que sus contrapartes del mundo actual.
Para llegar a este resultado, Panciroli y su equipo analizaron los fósiles de Krusatodon, uno adulto y otro juvenil, empleando imágenes de rayos X a fin de contar los anillos de crecimiento de los dientes y, posteriormente, determinar la edad.
De esta manera, descubrieron que el adulto murió cuando tenía alrededor de 7 años, mientras que el juvenil entre 1 y 2 años, aún en proceso de reemplazo de dientes de leche.
“Aunque por fuera el Krusatodon parecía una musaraña o un ratón, por dentro era bastante diferente: crecía más lentamente y vivía mucho más que los pequeños mamíferos actuales. Como resultado, quizá tenía una fisiología y una historia de vida muy diferente”, precisó la experta.
Según diversas investigaciones, los mamíferos pequeños de hoy en día tienen una esperanza de vida significativamente más corta que el Krusatodon, pues algunos de ellos sólo viven 12 meses y maduran muy rápido, perdiendo los dientes de leche y dejando de amamantar después de nacer.