¡Éxito! Por primera ocasión, IPN hará un viaje fuera del planeta desde la Antártida
Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN, detalló que la misión durará alrededor de 15 días
Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN, detalló que la misión durará alrededor de 15 días
Al respecto, el NSIDC detalló que la extensión de hielo que hoy día rodea este continente ha disminuido a menos de 2 millones de kilómetros cuadrados, es decir, aproximadamente el tamaño de México.
Avistado el pasado 4 de enero, este raro espécimen carece del habitual plumaje bicolor de su especie para lucir un conjunto de plumas totalmente blanco, el cual destaca en una colonia conformada por miles de aves.
Pertenece al grupo de estrellas de mar, cuenta con varios brazos, alguno de ellos irregulares y otros plumosos, en total pueden medir hasta 20 centímetros de largo.
“El año pasado ya había bajado, en valores menores a la media. Sin embargo, esta situación no implica que se haya desprendido algún iceberg”, señaló el IAA vía redes sociales como respuesta a noticias recientes que afirmaban que la Antártida había perdido un pedazo de hielo del tamaño de Argentina.
Con los avances tecnológicos de las últimas décadas se han llegado a realizar exploraciones para saber más acerca de uno de los lugares más misteriosos de nuestro planeta.
Y es que la llamada “circulación de vuelco” de los océanos, impulsada por el movimiento del agua más densa hacia el fondo marino, resulta vital al momento de transportar calor, carbono, oxígeno y nutrientes alrededor del planeta. No obstante, los flujos de agua oceánica provenientes de la Antártida disminuirían hasta un 40% con miras al año 2050.
De acuerdo con los expertos, el iceberg tiene una extensión de mil 500 kilómetros cuadrados y se desprendió de la banquisa entre las 01:00 y las 02:00 horas del domingo 22 de enero
Detrás de este descubrimiento está el Observatorio IceCube, una red de miles de sensores situados en la Antártida, en las profundidades del hielo, que lleva más de diez años vigilando "las huellas" de estas escurridizas partículas; en este proyecto participan más de 350 científicos de 58 instituciones de todo el mundo.
Resulta que el mencionado cuerpo de agua podría estar acelerando la pérdida de hielo conforme el clima en el mundo se caliente. Además, afectaría significativamente el flujo y derretimiento del hielo en el continente.