Al considerar materiales que podrían convertirse en la tela del futuro, los científicos habían pasado por alto el polietileno (PE), uno de los plásticos más producido en el mundo.
Ya que es barato y se encuentra en productos tan comunes como bolsas, envases, envolturas y botellas de detergente, un equipo de investigación dirigido por Svetlana Boriskina del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) utilizó el PE para fabricar prendas de vestir.
El PE es delgado, liviano y puede mantener más frescas a las personas porque permite que el calor pase en lugar de atraparlo. Sin embargo, no se ha adoptado como un material para vestir porque evita que se evapore la humedad, por lo que el agua y el sudor se quedan atrapados.
Los ingenieros, entre ellos Luis Marcelo Lozano de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey, utilizaron equipos estándar de la industria textil para elaborar fibras e hilos de PE diseñados para eliminar la humedad.
Las telas sedosas y livianas tejidas con estos hilos absorben y evaporan el agua más rápido que otros textiles comunes como el algodón, el nailon y el poliéster, apunta el estudio publicado en la revista científica "Nature Sustainability".
El PE tejido también es muy resistente a manchas y el proceso de coloración no requiere agua.
Los científicos calcularon la huella ecológica que el PE podría tener si se produce y utiliza como textil, es decir, el grado de impacto de este producto sobre el medio ambiente.
Según la investigación, las telas de PE pueden tener una huella ecológica menor que las de algodón y nailon durante todo su ciclo de vida. Además, podrían incentivar a reciclar las bolsas de plástico y otros productos de PE para crear textiles. "Una vez que alguien arroja una bolsa de plástico al océano, eso es un problema, pero esas bolsas podrían reciclarse fácilmente y si puedes convertir polietileno en tenis o en una sudadera con capucha, tendría sentido económico recoger esas bolsas y reciclarlas", aseguró Boriskina en un comunicado.