Durante generaciones, ciertas razas de perros han sido seleccionadas por su destacada capacidad olfativa, especialmente aquellas utilizadas para rastrear presas o seguir huellas en el campo. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que esta ventaja no es absoluta, toda vez que los Border Collie, criados para el pastoreo, superan en precisión a varios especímenes tradicionalmente especializados en la caza.
A esta conclusión llegó un equipo del Departamento de Etología de la Universidad Ëötvös Loránd, Hungría, luego de realizar un experimento con más de 500 ejemplares pertenecientes a distintas razas para evaluar su rendimiento en una prueba de detección de olores.
Para medir la capacidad olfativa de los peludos participantes sin intervención humana, los científicos recurrieron a la Natural Detection Task (NDT), la cual no requiere entrenamiento previo y ya había sido utilizada en análisis anteriores.
Mediante este método, los animales debían encontrar un premio oculto bajo uno de varios recipientes alineados, para lo cual sólo tenían que guiarse por su sentido del olfato y su motivación natural por la comida.
Tras concluir los ensayos, que constaron de tres niveles de dificultad, los autores revelaron que los Border Collie destacaron por encima de otros perros que son reconocidos por su agudo sentido del olfato, entre ellos los Golden Retrievers; Vizslas húngaros y alemanes; Basset Hounds; y Bloodhounds.
“Nuestros hallazgos desafían la creencia de que los caninos especializados en la detección poseen una ventaja innata en este tipo de tareas. Por tal motivo, creemos que otros factores, como la capacidad de respuesta al entrenamiento o la inteligencia podrían influir en la efectividad de los perros en pruebas de búsqueda”, precisó Roland Sallai, miembro del grupo.