Estos animales siguen sorprendiéndonos, para sobrevivir en las profundidades del océano, los octópodos poseen una proteína llamada hemocianina, la cual está compuesta por dos átomos de cobre y no de hierro como la hemoglobina, lo que le da un color azul y no rojo.
La base de cobre es más eficiente en el transporte de oxígeno que la hemoglobina cuando la temperatura del agua es muy baja y no hay mucho oxígeno alrededor.
Los pulpos antárticos ajustan esta proteína de tal forma que sigue liberando oxígeno a los tejidos incluso a 0 ºC.
Pero lo que es más aun interesante, es que esta «sangre azul» no solo les permite sobrevivir fríos extremos sino también a altas temperaturas como en respiradores volcánicos.