Huesos de aceituna, aceites usados y otros desechos vegetales servirán como combustible para más de 200 aviones, que volarán a partir de este fin de semana desde el aeropuerto de Sevilla, España.
Se espera que esta iniciativa, presentada por la compañía Cepsa, evite la emisión de más de 200 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y se lleve a cabo en los vuelos de seis aerolíneas.
“Para elaborar este biocombustible se usarán huesos de aceituna, aceites usados y otros desechos, pero también estamos explorando nuevos materiales, como maderas podridas y, en general, cualquier desecho. Todo sirve”, declaró Tobi Pardo, director de Aviación y Asfaltos de Cepsa.
Por su parte, Carlos Barrasa, director comercial de Energías Limpias de la misma empresa, explicó que la presente estrategia jugará un importante papel en la transición ecológica de España, pues representa una oportunidad inigualable de ilustrar lo que significan estos nuevos combustibles.
Finalmente, detalló, durante este primer intento se suministrará combustible a las aerolíneas participantes para cubrir en torno a 400 mil kilómetros; es decir, poco más de 500 horas de vuelo.