Esta polémica propuesta surgió a partir de un informe elaborado por el Scottish Animal Welfare Commision (SAWC), un grupo de expertos independientes asesorados por el Ejecutivo en materia de bienestar animal
Durante el experimento, se reunieron a 16 ejemplares y les reprodujeron grabaciones de la voz de su dueño
Según reportó el medio local Arizona Family, todo comenzó cuando el pequeño de 8 años de edad se encontraba jugando en un parque. Ahí, presenció una escena alarmante: un grupo de niños estaba maltratando a un indefenso felino, lanzándolo como si fuera un balón de fútbol.
A través de la Secretaría de Cultura, las autoridades capitalinas firmaron un convenio de convivencia con Diana Arredondo, quien desde hace años ha brindado cuidado a estos ejemplares, localmente conocidos como “catacumberitos”.
Así lo dio a conocer el Dr. Claudio Ottoni, paleogenetista de la Universidad de Roma Tor Vergata, en Italia, quien hoy día dirige un proyecto europeo de investigación llamado FELIX, cuyo objetivo es el de desentrañar la historia de la relación entre mininos y humanos.
Al igual que un músico capaz de responder al ritmo de otro, los mininos pueden reflejar las expresiones de sus compañeros en tiempo real, un comportamiento que los conecta de maneras antes inimaginables.
Por ejemplo, cuando los gatos tiran algún objeto al piso, arañan los sillones o se llevan al hocico que no deben, no sabrán diferenciar si tal comportamiento fue algo bueno o malo, simplemente es una acción natural que quisieron hacer.
Se trata del gato de Yule o Jólakötturinn, un minino que mide aproximadamente 3.6 metros, el cual suele amenazar a aquellos menores que no se portaron bien durante el año en turno, evitando que reciban una prenda nueva para usar y devorándolos de una manera terrible.
