- A la que se le ha complicado el desempeño de su nueva encomienda es a la auditora superior del Estado de México, Miroslava Carrillo. Primero, su antecesor, Fernando Baz, se negaba a irse. Después, el Gobierno estatal se negaba a promulgar las reformas para que, como diputada federal recién licenciada del cargo, pudiera asumir su nuevo puesto. Ahora, la pandemia complica los pendientes de la Cuenta Pública 2018 y la revisión escrupulosa de la del 2019. O ella tiene muy mala estrella o la actual administración muy buena suerte.
- Los casos de servidores públicos que son agredidos por pobladores que se oponen a acatar las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19 son más cada día, producto sí de la ignorancia y necedad de la población, pero también de la falta de alternativas económicas para que los habitantes que viven al día no se queden sin comer, y la ausencia de campañas informativas efectivas. Los comerciales de Susana Distancia y para lavarse las manos, de manufactura federal, tampoco han sido reforzados con campañas locales de convencimiento y penetración.
- Pronto se olvidaron las medidas de sana distancia en el transporte público. Ante la falta de operativos constantes para verificar la capacidad de los autobuses durante la contingencia, falta de cubrebocas, sin sana distancia y sin gel antibacterial. Finalmente se aplica la ley del pulpo en el Estado de México.