La política energética que implementa Andrés Manuel López “pone en riesgo” la estabilidad comercial entre México y sus principales socios comerciales (Estados Unidos y Canadá) y merma la competitividad de la región de Norteamérica, afirmó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Luego de que Estados Unidos solicitó consultas con México para dialogar sobre su política energética, y que en breve lo hará también Canadá, el organismo privado sostuvo que existe incongruencia en las leyes energéticas de parte del Estado mexicano, con sus compromisos plasmados en tratados comerciales internacionales.
“Esta no sólo genera obstáculos para el aprovechamiento de los beneficios derivados del T-MEC, sino que pone en riesgo la estabilidad de la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, al mismo tiempo que merma la competitividad de la región”, sostuvo el Imco.
En su análisis sobre la petición del gobierno estadounidense en materia energética, el organismo privado precisó que las violaciones al Tratado, según señaladas por la Representación de Comercio de Estados Unidos (USTR) se centran respecto al trato nacional y acceso a mercados (en los capítulos 2.3 y 2.11, del T-MEC), que determina que los países deben otorgar trato nacional a las mercancías de los otros países miembros.
Además en materia de inversión (en su capítulo 14.4), que veta cambios a la regulación de magnitud suficiente para interferir con las expectativas originalmente proporcionadas a inversionistas. Así como a las empresas propiedad del Estado (22.5.2), el cual decreta que las empresas propiedad del Estado deberán otorgar un trato no menos favorable a empresas privadas nacionales o extranjeras.
Y también en la publicación y administración (en el capítulo 29.3), que establece que las partes deberán implementar su legislación nacional de forma uniforme, imparcial y razonable.
“El gobierno estadounidense reclama que la política energética de la actual administración, desplegada a partir de 2019, viola las disciplinas a las que el Estado mexicano se comprometió en el T-MEC, particularmente en capítulos como acceso a mercado, inversión y empresas propiedad del Estado”, expone.
De no llegar a un acuerdo respecto al rumbo de la política energética de México y su implementación, el siguiente paso sería el establecimiento de un panel de solución de controversias, en el que el país corre el riesgo de enfrentar represalias comerciales.