Los líderes de varios "Länder" alemanes -estados federados- han instado al Gobierno de la canciller Angela Merkel a imponer ya desde el 1 de agosto la presentación de un test negativo a los viajeros no vacunados que ingresen en el país.
"No hay tiempo que perder. Las dificultades jurídicas para implantarlo ya son subsanables", afirmó el alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller. El líder de la ciudad-estado aludía así a los recelos de su correligionaria y ministra de Justicia, Christine Lambrecht, para imponerlo de manera inmediata.
Müller respaldó con ello al primer ministro bávaro, el conservador Markus Söder, quien viene apremiando para su inmediata implementación.
Ambos líderes regionales presiden la conferencia de primeros ministros de los "Länder". Su próxima reunión con la canciller Angela Merkel se ha adelantado al 10 de agosto, pero tanto Müller como Söder consideran que la medida debe aplicarse antes.
Del mismo parecer es el primer ministro de Baden-Württemberg, el verde Winfried Kretschmann, quien advierte que no hay tiempo que perder en esa cuestión.
Desde el gobierno de Merkel se aseguró ayer que se están acelerando los trámites para implantar "lo antes posible" el test obligatorio a todos los viajeros no inmunizados que entren en el país, tanto por vía aérea como terrestre.
La viceportavoz del Ejecutivo, Ulrike Demmer, aseguró que hay pleno acuerdo entre los estamentos implicados para agilizar una normativa en esa dirección, aunque declinó avanzar cuándo podría implantarse.
Desde el Ministerio de Interior se ha hecho hincapié en que la medida afectará a todos los viajeros, independientemente del país de procedencia y su vía de ingreso, salvo los vacunados o pacientes recuperados.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, un 50,2 % de la población ha recibido ya la pauta completa, mientras que un 61,1 % ha recibido al menos la primera dosis.