La aclaración tiene su origen en el plantón que familiares de éstos, aglutinados en el colectivo Haz Valer Mi Libertad, mantienen fuera de Palacio de Gobierno estatal en demanda de ser escuchados por el mandatario, en busca de que se revisen sus casos.
Un grupo de madres del colectivo "Haz Valer mi Libertad" realizaron una marcha pacífica con la frase "No tenemos nada que celebrar"
La liberación fue posible después de que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) emitió un pronunciamiento ante el Poder Judicial para el perdón y el olvido del delito por parte del Estado.
La libertad de Alejandra fue promovida por la asociación civil Presunción de Inocencia y Derechos Humanos (PIDH), quien consideró que la mujer no se juzgó con perspectiva de género.
De entre todas las solicitudes, destacó la necesidad de priorizar las de los pueblos indígenas y campesinos, al tratarse de sectores históricamente marginados del acceso a la justicia.
A través de una carta pública, directivos de la organización explican que la medida puede tener “graves repercusiones” para los venezolanos que buscan protección internacional.
El documento concluye que México está tomando medidas que, en la práctica, podrían estar restringiendo el acceso a protección de las personas haitianas, como "devoluciones ilícitas" y "sin debido procedimiento".
Los manifestantes con cartulinas en mano, donde quedaron inscritas freses como: “Libres los queremos”, “Somos inocentes” y “Libertad para nuestros familiares”, se sentaron pacíficamente en las bancas del recinto religioso.
Con el respaldo del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL) y del colectivo Haz Valer Mi Libertad, el 12 de agosto, por voluntad propia y después de verificar la normalidad de su estado de salud, Karina, de 42 años; Maribel, de 45; Edit, de 48; y Celia, de 55, iniciaron la huelga de hambre.
