La isla malaya no es solo playa, pues también tiene un rico folclore en mitos y leyendas; resorts de lujo; excelente gastronomía; e incluso un geoparque de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Hablamos de Langwaki, un impresionante archipiélago que muy pocos conocen, el cual se conforma de 104 islas en la costa oeste de Malasia, frente al estado de Kedah, muy cerca de Tailandia, en el mar de Andamán. Sin embargo, sólo cuatro de ellas están habitadas, siendo la principal Palau Langwaki, cuyo nombre hace referencia a dos palabras malayas: “helang”, que significa águila, y “kawi”, que significa marrón.
Traviesos compañeros de viaje
Si bien los viajeros van por sus playas, como la popular Pantai Cenang o Datai Bay, considerada entre las mejores del mundo, aún así la isla promete más atractivos.
Uno es el teleférico que asciende a más de 700 metros de altura, donde también hay un puente de 125 metros de largo que permite apreciar la selva tropical desde arriba. También es el lugar ideal para ver los primeros monos, aquellos confianzudos animales que no dudan en hurtar las mochilas ajenas en busca de comida; y los simpáticos lutungs, de pelaje negro, y ojos y boca blancos.
Una aventura en la oscuridad de la montaña
Aquí, las montañas, lagunas y cascadas explican explican su origen a través de leyendas fantásticas y, precisamente, Dream Forest es perfecto para descubrirlas.
Se trata de una experiencia inmersiva nocturna que se realiza dentro del bosque. A medida que los curiosos caminan, al más puro estilo de la película “Avatar”, los árboles poco a poco se van iluminando y aparecen proyectados en 3D gigantes que se transforman en las montañas de Matchinchang o la historia de amor que, supuestamente, dio origen a la isla de Dayang Bunting, frente a Langwaki.
Entre las raíces
Otra experiencia imperdible es aquella que ofrece el hotel Ritz Carlton, en la que propone a sus huéspedes recorridos de contacto directo con la naturaleza.
Con el apoyo de la Autoridad de Desarrollo de Langwaki, dedicada a la protección de los manglares, el complejo suele organizar visitas al Geoparque Kilim de la UNESCO, donde los turistas tiene la oportunidad de comprender la importancia del manglar e incluso plantar alguno que otro ejemplar. Asimismo, pueden participar en la caminata de un kilómetro y medio por la selva, guiados por el experto naturalista Othman Ayeb.
Lo mejor de dos mundos
La excelente gastronomía malaya refleja la multiculturalidad: influencias indias y chinas fusionadas con el color local. El toque regional lo otorgan los pescados y mariscos combinados con arroz, chiles y curries.
SI bien el 90% de la población es malaya, Langwaki cuenta con una comunidad china muy importante. Prueba de ello es el restaurante Hay Yan, especializado en el pescado de agua dulce más caro de todo el Sudeste asiático: el Tor tambroides, cuyo costo por kilo ronda los 230 dólares.