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Publicado en VIAJANDO

Cochamó: descubre el nuevo “paraíso” para campistas y escaladores en Chile

Viernes, 26 Julio 2024 00:01 Escrito por 
Un frondoso lugar rebosante de vida, cuya flora y fauna endémica permanece protegida Un frondoso lugar rebosante de vida, cuya flora y fauna endémica permanece protegida

Al norte de la Patagonia chilena, imponentes montañas de granizo se alzan más de mil metros sobre el Santuario de la Naturaleza Valle Cochamó, un frondoso lugar rebosante de vida, cuya flora y fauna endémica permanece protegida gracias a la industralización de la zona por parte de voluntarios enamorados de su belleza.

Historia milenaria

Vigiladas desde las alturas por el colosal Cerro Trinidad, aquí yacen más de 11 mil hectáreas de naturaleza. Los prístinos ríos Puelo, Manso y Cochamó riegan el valle para nutrir la vida que, durante siglos, se ha resistido a desaparecer a manos del ser humano, que dejaron los primeros rastros visibles de civilización precolombina sobre las rocas: pinturas rupestres con una antigüedad estimada de entre 700 y mil 1300 años.

Contribuir, explorar y divertirse

Canotaje; senderismo; pesca; cabalgata; observación astronómica; avistamiento de animales; y escalada, son algunas de las actividades que están convirtiendo a Cochamó en el nuevo “paraíso” para campistas y escaladores.

Una vez aquí, resultará muy conveniente tener una buena relación con las caminatas, pues tan sólo llegar a la zona de camping podría implicar un recorrido de aproximadamente 5 horas, dependiendo el territorio de alojamiento.

Escoger el lugar con días de anticipación también es de vital importancia, ya que varios de ellos requieren de una reservación 100% digital. La recomendación de Fundación Parque Cochamó es apartar el tiempo suficiente para vivir la experiencia; es decir, de 4 a 8 días sí hay buen clima.

De la escalada a la conservación

La escalada, al ser la actividad preferida en este sitio, requiere de cierto nivel para ascender a las peñas más altas. Por ejemplo, el Cerro Trinidad es tan alto que la comunidad internacional de escaladores lo ha apodado como el “Yosemite de Sudamérica”.

Por su parte, la comunidad local de escaladores es una de las más sólidas del continente. Y es que el fervor de sus miembros por evitar la destrucción del escarpado y retador paisaje ha dado lugar a agrupaciones voluntarias de conservación sin fines de lucro.

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