Tres Pm

Redacción

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Los tenrécidos, conocidos vulgarmente como tenrecs, son pequeños mamíferos de largo hocico utilizado para desenterrar gusanos e insectos en los bosques de Madagascar, donde son endémicos. Pero en los últimos 50 años, su hábitat se ha reducido en un 40% por la deforestación.

Con el objetivo de identificar las amenazas y las tendencias de riesgo de extinción, un equipo internacional de científicos, liderado por un grupo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha reevaluado el estado de conservación de las 31 especies de tenrecs que habitan en la isla del océano Índico.

Los científicos revelan que de las 31 especies evaluadas, 24 (77,4%) se clasificaron como ‘preocupación menor’, una especie (3,2%) no tenía en datos suficientes (Oryzorictes tetradactylus), cuatro especies (12,9%) se consideraron ‘vulnerables’ (Microgale dryas, Microgale mergulus, Microgale monticola, Microgale nasoloi) y dos (6,5%) como ‘en peligro’ (Microgale jenkinsae y Microgale jobihely).

En esta evaluación, todas las especies se situaron en la misma categoría de la Lista Roja de Especies Amenazadas que en las de 1996 y 2008. Sin embargo, “aunque nuestro conocimiento sobre los tenrecs ha avanzado considerablemente desde los años 90, ningún proyecto de conservación se ha dirigido explícitamente a esta familia”, destacan los autores en su trabajo publicado en la revista Oryx.

Por primera vez en tres décadas de evaluaciones, los científicos muestran la necesidad de desarrollar estrategias de conservación para estos insectívoros, parecidos a erizos y musarañas.

Las amenazas de los tenrecs
“La mayor amenaza a la que se enfrentan los tenrecs es la pérdida de hábitat, y refleja una tendencia global para estos pequeños mamíferos cuyo estado de conservación está determinado principalmente por el tamaño del rango y el número de localizaciones”, subrayan los investigadores en el estudio.

Según los expertos, incluso las especies de las que hay una menor preocupación están probablemente en declive debido a la continua pérdida, fragmentación y degradación de hábitat en Madagascar. “Su estado necesitará ser monitorizado”, dicen. Esta amenaza afecta al 77% de las especies.

La caza por subsistencia o por comercio de carne de animales salvajes afecta al 33% de las especies. A ello se suma el cambio climático, considerado una amenaza a largo plazo para la mayoría de las especies de tenrecs, sobre todo teniendo en cuenta que la isla ocupa el tercer puesto mundial por riesgo climático extremo.

“Se espera que el hábitat, la distribución y la abundancia de las especies cambien, pero no se han hecho proyecciones sobre la posible extensión de esta alteración”, advierten los autores.

Por ello, el equipo de investigación propone estrategias de monitorización y conservación integradas en programas más amplios de desarrollo sostenible, como los que se han realizado con los lémures, para mejorar su estado de conservación en un futuro próximo.

“Las prioridades de conservación que hemos identificado deben traducirse en proyectos financiables, siguiendo los procesos de planificación consultiva que involucran a agencias gubernamentales, organismos de la sociedad civil, comunidades locales, empresas e industrias, y donantes”, concluyen los investigadores.

www.agenciasinc.es

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