Aunque en los últimos días hemos permanecido encerrados en casa, mantener nuestro hogar aseado con regularidad parece una tarea imposible. Sin embargo, hacerlo con frecuencia nos ayudará a evitar enfermedades e infecciones de diversa índole.
Si mantener limpia y ordenada tu casa te resulta difícil, puedes organizar las tareas de modo que no se te vuelva pesado hacer el trabajo de limpiar TODA tu casa en un solo día. Realiza tareas específicas para una determinada hora o para varios días, en los que sepas que tendrás el tiempo libre para hacerlo, sin pensar en cuántas habitaciones hay que limpiar y en todas las cosas que tendrás que ordenar; una por una y no todas a la vez, y verás cómo, incluso, más adelante se te hará costumbre y terminará siendo parte de tu rutina diaria.
Para empezar, puedes hacer las tareas más sencillas, así no se te hará pesada la limpieza y no terminarás cansado al día siguiente, lo que sólo provocará que dejes de lado la limpieza del hogar. Comienza por barrer, pues esto ayuda a que las bacterias acumuladas en sitios específicos no se esparzan y acabes con ellas de manera rápida y sencilla; tiende la cama, aunque para muchos no sea una labor agradable, ya que, al final del día, terminarán por destenderla una vez más, haciéndolos creer que todo ese gran esfuerzo y tiempo invertidos no sirvieron de nada.
Sacudir el polvo de los muebles evitará la acumulación de bacterias; quitar la suciedad de los vidrios dará entrada a más luz en tu hogar; guardar todos los trastes y utensilios de la cocina que no ocupes al momento, te permitirá maniobrar en ella con libertad. De esta manera, te darás cuenta de lo fácil que es, y no te llevará mucho tiempo hacerlo. Estas sencillas tareas las puedes realizar diariamente.
Otras, un poco más complicadas, puedes hacerlas no tan seguido, aunque lo recomendable es que suceda cada tercer día o una vez por la semana. No esperes tanto tiempo para volverlas a hacer, pues se volverá más difícil, debido a la acumulación de suciedad: trapear, fregar y lavar el piso evitará que se percuda y, luego, sea mucho más difícil sacar la mugre. Lavar el baño es otra actividad que no les agrada a muchos, pero piensa que es más desagradable tener que usarlo y ver cómo lo invaden el sarro y el moho; es preferible mantenerlo impecable, y una buena forma de hacerlo es escuchando tu música favorita, al menos te dará motivación.
También debes cambiar las sábanas y lavar tu ropa sucia una vez por semana; no lo prolongues más, pues una mayor carga de ropa hará que utilices una mayor cantidad de agua.
Si tienes plantas, no olvides regarlas, pues ellas ayudan a purificar el aire de tu hogar; las plantas muertas no sirven de mucho.
Tareas más laboriosas, pero necesarias, como limpiar debajo y detrás de los muebles, puertas y armarios, puedes realizarlas una o dos veces por mes. Y no olvides que debes sacar todo lo que ya no te sea necesario del closet y cajones; esto te dará mucho espacio libre, y al hacerlo una vez al mes, te darás cuenta de que es más fácil que querer hacerlo en un solo día.