En México siempre se habla de vinos argentinos, y aunque la primera referencia de ellos son los tintos, especialmente el Malbec, en materia de blancos está ofreciendo también productos realmente increíbles. No por nada el País es productor mundial y el mayor de Latinoamérica. Descúbrelos.
TORRONTÉS
Al hablar de blancos de Argentina, indefectiblemente, llega la imagen del Torrontés, esa variedad que ha dado tanto de qué hablar, pero aún desconocida para muchos. Para otros, una cepa que empieza a destacarse y, para varios más, una uva que lo tiene todo para satisfacer sus necesidades enológicas.
Lo justo es iniciar por su origen: se la considera autóctona de Argentina y se dio por la cruza de Moscatel (de Alejandría) con Criolla –también llamada Misión, en México y California, y País, en Chile–. Es homónima de una variedad que se encuentra en menor cultivo en España, pero genéticamente hablando, nada tienen que ver una con la otra.
La Torrontés es una variedad que produce gran rendimiento en kilos por hectárea y, hasta la década de 1980, se utilizaba para elaborar vinos de gran volumen y de corte. Sin embargo, en 1990, El Nativo Torrontés, proveniente de la provincia de La Rioja, Argentina, y que se comercializaba en Tetra-pak, ganó el Concurso de Blayais Bourgeois, el más antiguo y prestigioso de la época en Europa. Fue todo un suceso.
Aquel premio marcó el inicio de la elaboración de vinos finos con esta variedad, obligando a agrónomos y enólogos a disminuir rendimientos por hectárea y mejorar técnicas de elaboración, para obtener vinos más frescos y aromáticos.
El resultado: el blanco más representativo de la Argentina. Con notas que recuerdan a flores blancas, como azahar y rosas, a té negro, jengibre, toronja y notas tropicales; destacando en boca, una acidez refrescante y menor a la que puede encontrarse en un Chardonnay o un Sauvignon Blanc.
De las tres variedades que existen, Riojano, Sanjuanino y Mendocino, es la primera la de mejor calidad y la más plantada, pues es la que mejores resultados ofrece; y es en los valles Calchaquíes, con Cafayate a la cabeza, (en la provincia de Salta), donde se encuentran sus máximas expresiones. De aquí, podemos encontrar La Linda Torrontés, de Luigi Bosca.
Sin embargo, en México, predominan los de Mendoza. Entre ellos destacan: Trapiche Varietal Torrontés, un vino de excepcional relación precio calidad, Los Haroldos Varietal Torrontés y Viento Sur Torrontés. En una categoría más arriba, podemos encontrar Terrazas y Zuccardi Serie A, un par muy bien elaborado y con gran calidad.
CHARDONNAY
Sí bien, Argentina, no es reconocida como California, con esta variedad, en los últimos años y gracias a la calidad encontrada en los vinos provenientes de las zonas altas del Valle de Uco, en Mendoza, la Chardonnay ha empezado a generar prestigio y muy buenas críticas.
Desde hace unos años, la bodega Catena, ha sorprendido con su Adrianna Vineyard White Stones, con altísimos puntajes y reconocimientos. Familia Falasco Wines, con su Hermandad Blanco Chardonnay, también ha alcanzado reconocimientos muy importantes.
Eso se debe al frío de viñedos por encima de los mil 100 msnm y al suelo calcáreo pedregoso y muy pobre en nutrientes de aquella zona, lo que ayuda al crecimiento y maduración lenta de la uva, y a que ésta tenga un nivel de acidez natural mucho mayor, algo muy apreciable en este tipo de vinos. También son destacables el Zuccardi Q Chardonnay y el Amicorum Gran Vino Chardonnay.
Notas cítricas, tropicales, mantequilla, vainilla y notas minerales, con una notable acidez, que le da frescura, nervio y profundidad en boca, son las características que pueden encontrarse en estos Chardonnay argentinos.
OTRAS VARIEDADES
Viognier: se ha destacado en los últimos años en Mendoza y San Juan. Para muestra, Lagarde Viognier, un vino excepcional, con notas de lima, duraznos, piña, melón, miel, almendras, y marcada mineralidad.
Gewürztraminer: son muy pocas las hectáreas, pero desde siempre ha sido reconocida en una etiqueta de Rutini, un vino súper aromático, con notas de flores, agua de azahar y frutas blancas y un leve toque especiado; afrutado en boca, etéreo, sofisticado, peculiar y amable, con excepcional equilibrio entre alcohol, fruta y acidez.
Sémillon: Proveniente de viñedos viejos del Valle de Uco, puede tener una elegancia y una sutileza realmente destacable.
Albariño: Comenzada a cultivar a principios del siglo 21 en Chapadmalal, en la costa bonaerense, ha despertado muy buenas críticas como gran acompañante de mariscos crudos y pescados de mar frío.
Sauvignon Blanc: en zonas frías de la Patagonia, produce sus características notas herbáceas y tropicales, típicas del Nuevo Mundo, y se ofrece como alternativa a los vinos de otros países destacados para la variedad. Así lo demuestra Saurus Sauvignon Blanc, de Schroeder.