El fenogreco es un elemento casi desconocido en la cocina mexicana, sin embargo, su uso se extiende cada vez más gracias al gusto de la gente por preparar recetas de cualquier parte del mundo.
El fenogreco, cuyo nombre científico es Trigonella foenum-graecum, es una planta de las fabaceas, conocidas también como leguminosas.
Esta planta es anual y llega a medir hasta 50 centímetros de altura. Es de crecimiento anual, de hojas verdes y durante la temporada de primavera entra en su periodo de floración, donde desarrolla llamativas flores de color blanco o amarillo.
Su origen se ha rastreado al sudoeste de Asia, aunque hoy en día es posible encontrarla en gran parte de Europa.
Tiene usos en distintas actividades, principalmente es valorada por sus hojas y semillas. Las semillas se obtienen de una pequeña vaina que produce la planta, con forma de vaina que guarda en su interior hasta veinte semillas cúbicas y sólidas.
Las semillas, también conocidas como fenogreco, son utilizadas en la cocina de países como la India y Tailandia, entre otros. En algunas recetas el fenogreco se remoja para ablandarlo y se agrega molido, su sabor es un tanto amargo.
Otra opción implica secarlas y tostarlas para resaltar su sabor, de esta manera se añade a preparaciones como el halva o el pan indio; khakhra.
Las hojas de fenogreco pueden agregarse a ensaladas, mientras que en algunas regiones son más empleadas como condimento en guisos elaborados.
Beneficios
Dentro de las ventajas que se obtienen de consumir fenogreco, está su poder digestivo, gracias al cual se combate el estreñimiento.
Aporta grasas, hidratos de carbono y proteínas, siendo este el elemento presente en mayor cantidad. En 100 gramos de fenogreco, es posible encontrar hasta 23 gramos de proteínas.
El fenogreco es auxiliar en la regulación de glucosa en sangre, así como disminuir el colesterol.
Este ingrediente es un alimento antioxidante y con efecto antiinflamatorio, por lo que se recomienda para ayudar a retrasar el envejecimiento prematuro.
Para las mujeres, es aliado en la producción de leche, además de que regula la producción hormonal del cuerpo.
El fenogreco estimula el apetito y se le ha asociado a la mejora en el descanso y los ciclos de sueño.