Miles de mexicanos nos estamos preparando para comer tamales este 2 de febrero, seguro sabes que es por el Día de la Candelaria —la festividad católica en la que presentan a Jesús ante el templo después de la cuarentena de la Virgen María. Pero, ¿cómo se relaciona esto con los tamales?
No existe una relación directa o un motivo específico por el que comemos tamales durante esta festividad. Pero sí hay una combinación de circunstancias por las cuales el Día de la Candelaria terminó por convertirse en sinónimo de tamaliza en nuestra cultura.
Una de ellas es que en las culturas prehispánicas los tamales y otros productos de maíz, eran utilizados como ofrendas a los dioses. Y, según el libro del misionero Fray Bernardino de Sahagún (Historia General de las cosas de Nueva España), los tamales eran parte de la fiesta de los tlaloques, en honor a Tlaloc (el dios de la lluvia) para marcar el inicio del ciclo agrícola. Dicha ceremonia se llevaba a cabo el 2 de febrero, esta coincidencia en las fechas hizo que fusionaran los dos festejos.
Así que como muchas costumbres mexicanas, la tradicional tamaliza del Día de la Candelaria, refleja el mestizaje de nuestra cultura fusionando elementos mesoamericanos con usanzas y tradiciones de la Conquista. Con el paso del tiempo dicha tradición también se ligó con la de la Rosca del Día de Reyes indicando que quién encuentre la figura del niño Jesús al partir la rosca debe comprar los tamales el Día de la Candelaria.
Si te tocó el Niño Dios en la rosca de este año o simplemente irás a gozar de los tamales que compre alguien más, ahora ya tienes un nuevo tema para la sobremesa.
Fuente: foodandwineespanol