Preparar una torta es de lo más sencillo. Tan sólo se necesita un pan partido por la mitad –usualmente bolillo o telera– y unos cuantos ingredientes para crear la combinación perfecta.
La torta es un platillo que en nuestro país posee personalidad propia, de acuerdo con cada estado. Algunas de ellas son consideradas gourmet, ya sea por la forma en que son preparadas o por sus ingredientes de alta calidad, sin perder el toque artesanal que las caracteriza.
Estas son sólo algunas tortas mexicanas que debes de probar al menos una vez en la vida; elige tu favorita y disfrútala bocado a bocado.
Torta de la barda, Tampico
El sur de Tamaulipas, específicamente Tampico, es la cuna de este tipo de tortas. De acuerdo con los relatos locales, deben su nombre al hecho de que se empezaron a vender justo en una barda perimetral entre el ferrocarril, los muelles y las aduanas de la ciudad. Están hechas con pan de sal, jamón, queso de puerco, frijoles negros refritos, chicharrón en salsa verde, queso amarillo, queso blanco, chorizo frito, carne de res deshebrada, jitomate, cebolla y aguacate.
Torta ahogada, Jalisco
Visitar Guadalajara y no comer una, cuenta como si no hubieras visitado esta ciudad. Es una de las preparaciones más amadas por los tapatíos y consiste en un pan conocido como birote, relleno con carnitas y bañado con salsa picante de chile de árbol de Yahualica. Se le pueden agregar condimentos como vinagre, comino y ajo… y más salsa.
Torta guacamaya, Guanajuato
Un bolillo relleno de chicharrón de cerdo crujiente, cueritos, jitomate, cebolla, aguacate y una salsa que puede ser picante. Son originarias de León, Guanajuato, y pueden estar o no “bautizadas”, es decir, bañada de una salsa hecha con muchos chiles.
Cemitas, Puebla
Se encuentran prácticamente en todos los mercados de la ciudad que las vio nacer: Puebla. Pueden ir rellenas de jamón, pollo, milanesa, pata de res o carne enchilada; pero los ingredientes que nunca cambian son el quesillo, aguacate, pápalo, chipotles, jalapeños, cebolla y aceite de oliva.