Durante los últimos años se ha debatido sobre si los lácteos enteros son buenos o malos para nuestra salud. De acuerdo con varias publicaciones internacionales, alrededor del 65 o 70% de la población mundial es intolerante a la lactosa. Debido a esto, el consumo de estos productos poco a poco ha ido a la baja.
No obstante, un estudio recién publicado en el diario BMJ Open Diabates Research and Care concluyó que consumir dos porciones de lácteos enteros al día disminuye el riesgo de padecer algún síndrome metabólico, como la diabetes y la hipertensión.
Estudio
El estudio contó con la participación de 147 812 personas, que van desde los 35 hasta los 70 años, las cuales fueron distribuidas en 664 comunidades de 21 países diferentes, como Argentina, Canadá, Chile, Malasia, Polonia, Sudáfrica, Turquía, entre otros.
A lo largo del experimento, los participantes registraron una ingesta, tanto de lácteos enteros, como de lácteos bajos en grasas. Ambas modalidades incluyeron productos como leche, yogurt, yogurt bebible y quesos. En el caso de la crema y la mantequilla, estas se registraron aparte, debido a que su consumo no es habitual en varios de los países evaluados.
Resultados
Los resultados de la investigación señalaron que los lácteos enteros reducen los factores de riesgo ligados con los mencionados síndromes metabólicos, los cuales van desde una elevada circunferencia de cintura y presión arterial alta, hasta triglicéridos elevados y altos niveles de glucosa en la sangre.
En contraste, los investigadores observaron que el consumo conjunto de lácteos enteros y bajos en grasas incrementan ligeramente la incidencia de algún síndrome metabólico, lo que puede derivar en un gran problema, ya que estas enfermedades están ligadas con riesgos cardiovasculares, los cuales provocan altos índices de mortalidad.
Sin embargo, los investigadores aclararon que dichos resultados aún deben ser avaluados por algunos ensayos aleatorios. Por ello, recomiendan que, por el momento, estos productos sean consumidos con moderación.