Fermentado coreano de excremento, cerveza de testículo de ballena ahumada con estiércol de oveja y un empaque de ardilla muerta, son algunas de las piezas que componen la exposición temporal dedicada a las bebidas más desagradables en el Museo de la Comida Repugnante, en Suecia.
"La función evolutiva del disgusto es ayudarnos a evitar enfermedades y alimentos peligrosos. El disgusto es una de las seis emociones humanas fundamentales. Si bien la emoción es universal, los alimentos que nos repugnan no lo son. Lo que es delicioso para una persona, puede resultar repugnante para otra", detalla la página oficial del museo.
El museo, que alberga alimentos desagradables de todo el mundo, ofrece la oportunidad de ver, oler y en algunos casos probar parte de su acervo bajo la premisa del gusto adquirido.
La provocativa muestra fue inaugurada el 5 de septiembre y ocupará un espacio dentro del museo sueco por tres meses. Debido a las restricciones por coronavirus, el recinto sólo abre sábados y domingos. La entrada tiene un costo de 185 coronas suecas (446 pesos).