Debido a su importancia dentro de la cocina nacional, el Gobierno de México anunció el establecimiento de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, que tendrá un gran impacto en quienes consumen este tradicional producto.
Pero, ¿qué implicaciones tiene esta disposición oficial? Esta ley reconoce que, tanto la producción, comercialización, consumo y la diversidad del maíz nativo serán consideradas como manifestaciones culturales de México.
La preservación de este alimento en todas sus variantes y presentaciones implicará la obligación para el Estado de garantizar el acceso a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. En otras palabras, todos los mexicanos tendremos derecho al consumo informado del maíz nativo, así como de sus derivados en condiciones libres de organismos genéticamente modificados (también conocidos como alimentos transgénicos).
Por otro lado, el Gobierno de México anunció la creación del Consejo Nacional de Maíz Nativo (CONAM), un nuevo organismo gubernamental que será el encargado de establecer políticas públicas que fomenten y protejan este producto natural.
Sin duda, estas son excelentes noticias para la gastronomía mexicana y para el maíz nativo, ya que este alimento está presente no sólo en las famosas “garnachas”, también lo podemos encontrar en productos de uso y consumo cotidiano: aceite de maíz, fructuosa o almidón. Por estos y muchos otros motivos, la conservación del maíz nativo es fundamental para el patrimonio mexicano.
Según la Comisíon Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en México existen alrededor de 64 tipos distintos de maíz, de las cuales 59 se consideran “nativas”.
De acuerdo con datos de la Planeación Agrícola Nacional 2017-2030, las familias mexicanas destinan el 20.9% de sus gastos alimenticios a la adquisición de productos derivados del maíz, siendo la tortilla el de mayor demanda.