Este fruto mexicano de temporada invernal es una de las maravillas naturales más deliciosas, pues a pesar de su pequeño tamaño, está lleno de sabor y es el acompañante ideal para una de las bebidas favoritas de todos: ¡el ponche!
Los tejocotes son frutos pequeños, redondos y de colores brillantes, de origen mexicano y de temporada invernal, que solamente podemos comer una vez al año, pero cuya espera vale la pena. Las festividades de fin de año no serían las mismas sin ellos.
Sin más que aclarar, hoy te compartimos tres datos curiosos e importantes sobre los tejocotes, pues además de disfrutarlos en dulce, es bueno conocer más sobre su historia.
1. Árbol
El tejocote es el fruto de un árbol llamado Crataegus mexicana, que pertenece a la familia de Rosáceas y al género Crataegus, dentro del cual existen 140 especies diferentes.
De las 140, 100 de ellas se encuentran en América, y de estas, 13 crecen y se desarrollan en México. Se dice que el tejocote es originario de México, sin embargo, en algunos lugares se le conoce como manzanilla de la India.
2. Nombre
Ahora lo conocemos como tejocote, pero su nombre proviene del náhuatl "Texócotl”, de “tetl”, que quiere decir “piedra”, y “xocotls”, que significa “fruto de sabor agridulce”.
3. Producción
El tejocote es una fruta silvestre que se adapta a casi cualquier clima. Su lugar ideal es la región de la Sierra Nevada, donde se encuentran los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Puebla es el estado con mayor producción de tejocotes, seguido del Estado de México, Tlaxcala, Chiapas, Michoacán, Hidalgo y Morelos.