La cantidad de denuncias que presentan ciudadanos por el ruido que padecen en la Zona Metropolitana del Valle de México ha incrementado en los últimos años, y algunos casos han terminado en actos violentos en contra de los denunciantes.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la CDMX inició la recepción de estas denuncias hace dieciocho años, y entre 2002 y 2012 se habían recibido anualmente entre 8 y 480.
Sin embargo, desde el 2013, las denuncias se han elevado en casi el doble, y cada año han habido entre 700 y casi 1 000 denuncias, con 2018 como el año con más quejas, 948, ante la PAOT. En tanto, los jueces cívicos también registraron, en promedio, más de 500 denuncias anualmente.
Algunos de estos casos, como lo han documentado los integrantes de la red ciudadana México Libre de Ruido, han escalado hasta las amenazas con armas y agresiones físicas entre vecinos o con los responsables de establecimientos.
Irene es una de las integrantes que difunde en redes sociales cómo documentar y presentar quejas por vecinos ruidosos ante las autoridades, aunque advierte que en la CDMX las normas y leyes son contradictorias e insuficientes.
"Hay infinidad de historias similares. Por ejemplo, el caso de una chica que tuvo que vender su departamento porque no había intención de regular el ruido, ni por parte de la administración ni de la ley. Existe un grupo bastante grande de gente que ha sufrido situaciones similares o peores. Me encuentro con una a la que le pusieron una pistola en la cabeza", comentó en entrevista. "Quien tiene un poco de tiempo, va y sigue el procedimiento, pero la mayoría de los mexicanos tienen un trabajo y no pueden estar perdiendo el tiempo".
La habitante de la colonia Narvarte, cuyo caso se dio a conocer en Twitter con la etiqueta #LordGolpeador, cuando denunció ser agredida por un vecino, explicó que las normas mexicanas toleran niveles de ruido de más de 60 decibeles por las noches, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda que no sean más de 35.
"Son muy altas en comparación con lo que declara la OMS de lo que debe ser el ruido, tanto en lugares habitacionales, como para la industria. Aquí en México no se ha cambiado. Existe el tema de una Norma Oficial Mexicana (NOM) que necesita ser actualizada", explicó Irene, quien señaló que también han propuesto que el Gobierno forme un grupo de verificadores para evitar que sean los propios vecinos quienes tengan que enfrentarse con los ruidosos, revisar la legislación sobre fuentes móviles y fijas de ruido y que prevén llevar sus propuestas al Congreso local en el futuro.