La Legislatura mexiquense aumentó las penas por maltrato animal, de tal manera que se sancionará con entre seis meses y cuatro años de cárcel (en la actualidad la pena máxima es por dos años) a quien les provoque lesiones dolosas; y con hasta seis años a quien realice actos eróticos, abuso sexual o que se videograbe y/o publique dicho acto con algún animal.
El castigo puede llegar hasta los nueve años si quien realice el maltrato se trata de un servidor público.
Las modificaciones al Código Penal del Estado de México y a la Ley Orgánica Municipal estatal coinciden con la reciente indignación social que ha causado el hecho de que integrantes de una familia fueron señalados por golpear a un perro hasta la muerte, en el municipio de Tlalnepantla.
Este suceso fue grabado y difundido en redes sociales supuestamente por sus vecinos.
Por ello, a partir de las reformas, cometerá el delito de maltrato animal quien “cause lesiones dolosas a cualquier animal que no constituya plaga, con el propósito o no, de causarle la muerte”, y será sancionado con entre seis meses a cuatro años de prisión y de 150 a 300 días multa.
Además, a quien realice actos eróticos sexuales a un animal o le introduzca por vía vaginal o rectal el miembro viril, cualquier parte del cuerpo, objeto o instrumento, se le impondrá una pena de seis meses a cuatro años de prisión y de 50 a 150 días multa, esta pena se incrementará hasta en una mitad cuando el maltrato animal sea fotografiado, videograbado y/o difundido para llegar a seis años de cárcel.
En tanto, a quien cause la muerte no inmediata, utilizando cualquier medio que prolongue la agonía de cualquier animal que no constituya plaga, se le impondrá una pena de tres a seis años de prisión y de 200 a 400 días multa.
Las anteriores penas se incrementarán hasta en una mitad cuando el maltrato animal sea cometido por servidores públicos que tengan por encargo el manejo de animales, con lo que podrían llegar a nueve años de prisión.
Los cambios además obligan a los 125 ayuntamientos mexiquenses a crear Unidades Municipales de Control y Bienestar Animal mediante las que fomenten el cuidado responsable de mascotas, realicen campañas de vacunación, esterilización –para animales de compañía y en situación de calle- y adopción responsable.
Los titulares de estas unidades deberán tener licenciatura y cédula en Medicina Veterinaria, Zootecnista o alguna profesión que se relacione con el conocimiento del cuidado y manejo de animales.
Por su parte la legisladora de Morena, Elizabeth Millán, autora de la iniciativa, recordó que actualmente se contabiliza un perro por cada cuatro habitantes; la cifra, sin embargo, dijo, pudo crecer de manera importante durante la pandemia, y se estima que un can hembra y sus descendientes pueden llegar a tener hasta 15 mil 360 cachorros en siete años.
Adicionalmente, indicó, se calcula que 70% por ciento de los perros y gatos se encuentran en situación de calle, mientras el problema crece 20% en promedio cada año, lo que además arroja a diario 696 toneladas de heces, la mayoría contaminadas por parásitos, provocando daños a la salud de la población callejera que van desde enfermedades diarreicas, respiratorias, dermatológicas y parásitos externos.
Como consecuencia de la violencia social, prosiguió, las conductas agresivas de los seres humanos llegan a desembocar en maltrato animal, a pesar de que la Ley General del Equilibrio Ecológico reconoce el principio de bienestar animal y obliga a los gobiernos de los tres niveles a regular el trato digno y respetuoso a los animales, su derecho a la alimentación, el espacio adecuado para la estancia, la atención médica preventiva y el tratamiento por enfermedad, el respeto a su expresión natural y la prohibición peleas de perros.
Mientras la Constitución local reconoce a los animales como seres sintientes y, con ello, sujetos de un trato digno.