En la entidad, por cada 8 casos de violencia contra mujeres, hay 4 contra hombres, pero pocas víctimas reconocen este segundo fenómeno, alertó el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT), quien propuso reformar la Ley de Igualdad de Trato y Oportunidades entre Mujeres y Hombres del Estado de México a fin de que el gobierno también atienda estos casos.
Sergio García Sosa, coordinador de la bancada en la Legislatura mexiquense, recordó que el reporte del Observatorio Mexicano de Igualdad y Políticas de Género 2020 refiere que por cada ocho casos de violencia contra una mujer había cuatro contra un hombre.
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Las cifras van al alza, pues en 2018, de siete casos de violencia contra mujeres se registraba uno de hombres, de manera que la lectura lleva a deducir que la problemática también se agravó con el confinamiento obligado por la pandemia de Covid-19.
Estos datos, indicó el legislador, revelan únicamente los casos reportados y documentados, pues la falta de una cultura de denuncia por maltrato masculino arrojó que sólo 2 por ciento de las víctimas recurren a las autoridades, principalmente por vergüenza y para evitar ser considerados machos asustados o poco hombres.
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Por esta razón, el fenómeno no se ha socializado.
La propuesta remitida a las comisiones para la Igualdad de Género y de Procuración y Administración de Justicia expone que los municipios con más denuncias sobre estas conductas son Naucalpan, Toluca, Nezahualcóyotl, La Paz, Tlalnepantla, Zinacantepec y Cuautitlán Izcalli.
El legislador destacó la necesidad de también atender la violencia de género contra varones, a través de políticas estatales en materia de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, de manera que las medidas para la prevención y erradicación de toda clase de violencia apliquen tanto para mujeres como para hombres.
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Para el petista, la violencia es violencia, sin importar quien la ejerza, y desde su punto de vista, en caso de no tomar las medidas correctivas pertinentes se corre el riesgo de pasar de una sociedad machista a una radicalmente feminista en que impere la violencia, sin alcanzar la equidad.