La desaparición de programas federales en materia de desarrollo social como los comedores comunitarios, y las despensas de los programas de Lucha contra el Hambre, generaron a lo largo de este año un aumento en las solicitudes de apoyo para el Banco de Alimentos del Estado de México.
Alberto Canul, director de esta instancia, reconoció que esta situación adversa se ha visto subsanada con un aumento en los apoyos de la propia industria en la entrega de alimentos perecederos, incrementando, pese a la crisis, en un 10 por ciento el número de beneficiarios.
“Estamos en la zona mazahua es donde más atendemos, estamos en los 47 municipios de la zona poniente y norponiente de México y vemos como una prioridad también cómo un centro de acopio en la zona oriente que abrirá en febrero, seguido por el de la zona sur, quizás éste para mayo”.
Resaltó el aumento en las solicitudes de apoyo de familias de los municipios de Nezahualcóyotl, valle de Chalco y Chalco por la cantidad de familias que ahí radican.
El empresario lamentó que con la cancelación de los programas federales la situación se ha complicado, sin embargo, recordó que para ser beneficiario del Banco de Alimentos se tiene que pasar por un estudio socioeconómico, por lo que sólo si resulta positivo en pobreza alimentaria, se les acerca la ayuda.