Tras considerar que la violencia de género no se ha detenido porque las policías especializadas solo son una medida reactiva, la diputada Azucena Cisneros urgió a los ayuntamientos a intervenir en las comunidades con alta incidencia, a través de campañas preventivas.
La legisladora morenista recordó que la entidad sigue siendo la de más alto índice de prevalencia de violencia de género con 78 por ciento. Tan sólo durante 2022, en el Estado de México una mujer fue asesinada cada 24 horas, y hubo 55 mil 301 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra mujeres, de acuerdo con información de Amnistía Internacional.
Recordó que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares revela que 4 de cada 10 mujeres sufrieron algún tipo de agresión o marginación antes de cumplir 15 años de edad; la entidad mexiquense tiene el más alto índice de prevalencia de violencia de género, seguido por la Ciudad de México y Querétaro.
Expuso que el objetivo de las policías de género es responder de manera inmediata a los llamados de familiares y víctimas de violencia familiar, sexual y física contra las mujeres; sin embargo, sólo 93 de los 125 municipios cuentan con esta corporación, mientras a nivel estatal hay un promedio de 15 uniformados para cada municipio.
“El tema de las policías de género es lo mínimo que cada municipio debería tener; no es posible que haya todavía casi una cuarta parte del Estado de México sin esta policía de género, aunque es insuficiente para prevenir las violencias”, indicó.
La morenista planteó que la violencia contra mujeres debe atenderse no sólo de manera reactiva; es necesario, manifestó, que los 125 ayuntamientos den prioridad a medidas de prevención, mediante la intervención comunitaria y redes de apoyo.
“Se requiere una atención profunda y estructural, con la limpieza en los ministerios públicos, reestructurar las fiscalías con perspectivas de género; capacitación, sensibilización y humanismo de servidores públicos de todos los niveles”, indicó.
La congresista consideró que las autoridades locales deben generar calles y senderos seguros, impulsar capacitación a servidores públicos y dar prioridad al empoderamiento de las mujeres para no permitir círculos de violencia y abusos en los hogares.
“No se ha hecho un trabajo a profundidad que es el que se requiere para eliminar y disminuir la violencia hacia las mujeres", dijo. En los municipios, insistió, se requiere crear redes de apoyo entre mujeres, intenso trabajo comunitario, y en las escuelas que la prevención y combate a la violencia de género sea parte de la educación básica y se aborde en primaria y secundaria porque desde ahí empiezan las agresiones hacia las niñas, quienes lo van normalizando como parte de su vida.
“Es un asunto de educación, de procuración de justicia, de combate a la impunidad, y a la corrupción, de mucha formación e intervención psicológica”, añadió.