La designación de Miroslava Carrillo como titular del OSFEM y de Juan José Hernández Vences como contralor parlamentario, no es un cheque en blanco, aseguró Maurilio Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Legislatura mexiquense.
El además coordinador del grupo parlamentario de Morena aseguró que los diputados darán seguimiento al desempeño de los nuevos funcionarios, con la finalidad de que se apeguen a la ley.
“Ellos están apegados estrictamente a la ley y van a trabajar de acuerdo a lo que la ley les indique, cada quien asumirá su responsabilidad, desde luego con el seguimiento de la Legislatura a través de la comisión correspondiente… No es ningún cheque en blanco, ni mucho menos”.
Por el contrario, dijo, existe el compromiso de fortalecer tanto al OSFEM como a la Contraloría del Poder Legislativo a partir de su reestructuración y la modificación del marco jurídico.
En el caso del OSFEM, indicó que la tarea de la nueva titular será tomar la dirección del órgano, hacer la revisión a fondo, conocer todos los pendientes que se tienen, tomar las medidas al interior para agilizar el trabajo que pudiera estar rezagado y atender las nuevas demandas.
Carrillo Martínez también deberá definir si requiere mayor personal; de ser el caso, debe analizarse de qué tipo, con qué perfiles y hacia qué áreas.
También aclaró que no es competencia de la Legislatura definir si se integran al OSFEM los otros dos miembros de la terna, si bien la Junta podría realizar alguna sugerencia, supuesto que no se actualiza porque no se han acercado Sergio Lara Pérez ni David Arroyo.
Por otra parte, Hernández González reconoció que la deliberación sobre los funcionarios postulados fue complicada, pues en otros tiempos bastaba con seguir una indicación.
“No pierdan de vista que estamos en otros momentos, y que la deliberación y el debate es lo que hay que privilegiar. Ya no se trata de que te manden los nombres y te digan vas para delante”, dijo.
Incluso al interior de Morena, admitió, la construcción de acuerdos es difícil, pues se privilegian las diferencias de posiciones y puntos de vista, lo que a su decir es legítimo. “Les he dicho al interior del grupo (la bancada) que todos somos librepensadores y tenemos a salvo nuestro derecho a opinar, a expresarnos, a coincidir o a disentir”, manifestó.