Sin saber cómo, algunos pequeños negocios de Toluca han sobrevivido al impacto económico que han dejado los ocho meses que lleva el Estado de México en contingencia, derivada de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de COVID-19.
Disminuir su producción, abrir más temprano y mantener sus precios, estas han sido las mejores estrategias implementadas para continuar abriendo sus puertas, comenta Cynthia Ocampo, encargada de una panadería ubicada en la calle Josefa Ortiz de Domínguez: “Sí, teníamos un poquito más de variedad de panes, pero a raíz de la pandemia, bajó el número de productos que manejamos. El costo sí se ha podido mantener, pero el volumen de pan ha sido menor”.
Particularmente en la panadería que atiende Cynthia, su producción disminuyó un 50%; de esta forma, los dueños pudieron cubrir los sueldos de sus empleados y seguir adquiriendo la materia prima que necesitan: “Estamos abriendo a partir de las siete de la mañana, cuando antes se abría a las nueve. Manteníamos ese horario por los pequeños que iban a la escuela, pero ahora lo hacemos más temprano para tener mejores ventas”.
Por las mañanas, apenas logran ver la entrada de una o dos personas, sin embargo, Cynthia da un respiro de alivio cada vez que logra vender unas cuantas piezas de pan: “Por lo mismo que se redujo el aforo de gente, tuvimos que hacer menos pan, y a quienes vienen ahorita a las oficinas para hacer guardia, les decimos que nos esperen; hasta que este tema se restablezca, vamos a regresar con la venta normal de nuestros productos”.
Hasta el momento, 10 mil unidades económicas de las 76 mil registradas en el Estado de México han cerrado sus cortinas definitivamente, además de que se han perdido 50 mil empleos directos, de acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo del Valle de Toluca.