Debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, que obligó a la cancelación de eventos sociales, el gremio ha registrado pérdidas por 1 200 millones de pesos en el Estado de México, situación que afecta a cientos de empleados y sus familias.
La recién creada Asociación Empresarial de Eventos del Estado de México destacó que por cada evento se llegan a emplear entre 80 y 100 personas, siendo las bodas las de mayor alcance; y que en los últimos seis meses han sufrido por la falta de ingresos, pues solo 20% se mantiene con actividad limitada.
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César Enrique Gómez Valdés, presidente de la Asociación, destacó que se ve afectada toda una cadena de valores que incluye a salones de fiestas, jardines, florerías, planners, animadores, músicos, dj's, banqueteros, meseros, proveedores de mesas de dulces, barras de bebidas, renta de mobiliario y escenografía, cabinas fotográficas, carpas, valet parkings, pistas de baile, servicios de fotografía y video y servicios ejecutivos de coffee break para eventos corporativos.
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Para evitar mayores afectaciones, el gremio pidió que se adelante su reactivación cuando el semáforo de riesgo epidemiológico cambie a amarillo, y no esperar hasta el semáforo verde, como se estipula actualmente; esto con el fin de rescatar la temporada de fin de año, que es cuando comúnmente tienen mayor demanda.
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Para ello, han preparado un protocolo de actuación que garantiza la seguridad e higiene, elaborado junto con especialistas epidemiológicos y médicos. La mesa directiva lo presentará en breve a las autoridades sanitarias del estado para su valoración, en espera de obtener una respuesta favorable.
Algunas de las acciones que contempla el protocolo es limitar el aforo al 50%, garantizar la sana distancia en mesas, donde se montarían únicamente de seis a ocho servicios; en pistas de baile, marcando espacios para evitar aglomeraciones, y en baños o espacios comunes. Además, limitarían el tiempo de los evento a un máximo de cinco horas, al igual que la distribución de bebidas alcohólicas, y evitarían niveles de música altos; así como el resto de las medidas generales que incluyen desinfección de mobiliario, garantía de higiene en la preparación de alimentos, uso de cubrebocas y caretas por parte del personal y filtros de acceso.
De esta forma, destacó, también se evitará que la gente busque realizar sus eventos de forma privada o clandestina, como se ha detectado, donde no se acatan medidas preventivas y existe mayor riesgo de propagación del COVID-19: “Teniendo el apoyo, podremos hacer eventos controlados, inhibiendo riesgos sanitarios. Es una labor grande, complicada, pero son acciones a tomar para poder reactivar”, dijo.