Actualmente en internet cientos de clínicas denominadas ILE, cuyo significado es Interrupción del Legal del Embarazo, ofertan sus servicios que van desde los dos mil 500 pesos por un método con medicamento y que se realiza de la semana cuatro máximo a la ocho, dos mil 700 aspiración con anestesia local, entre la semana cuatro hasta la 12 y finalmente cuatro mil 900 aspiración con sedación, para los encargados de estos lugares sólo bastan cuatro horas para realizar el aborto y recuperación.
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En el Estado de México no se puede llevar a cabo un procedimiento de este tipo de manera legal, por ello hasta el 2019, 50 mil mujeres mexiquenses interrumpieron su embarazo de manera legal en la Ciudad de México, con esta cifra, la entidad mexiquense ocupa el segundo lugar superado por la Ciudad de México con 134 mil 131 casos, datos recopilados tras una década de haberse aprobado la Interrupción Legal del Embarazo en la capital del país.
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Expertos en temas de salud, señalan que un aborto legal en clínicas avaladas por una autoridad disminuye el porcentaje de mortalidad, sin embargo, el procedimiento es esencial para garantizar la vida de la mujer.
“Hay que tener mucho cuidado con estos anuncios, yo te diría que hay que hacer una investigación, no te puedo generalizar el asunto, pero sí señalar que cuando tú haces el estudio de eslabones críticos según una muerte materna, desafortunada donde la causa fue un aborto hay antecedentes de que ocurrió en una clínica clandestina, una clínica con los mecanismos no adecuados para la atención de una mujer embarazada”.
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Un aborto Legal, es el que produce de acuerdo con la legislación vigente, es decir que se practique por un médico especialista o bajo su dirección, que se lleve a cabo en un centro sanitario público o privado acreditado, que el procedimiento sea con consentimiento expreso y por escrito de la mujer embarazada o en su caso, del representante legal y que se produzca antes de las 22 semanas de gestación, mientras que el aborto ilegal, no cumple con la legalidad vigente.